Plan de ajuste ZP: La visión de un verdadero socialista
Nadie se esperaba que nuestro presidente José Luis Rodríguez Zapatero, un presidente de izquierdas y progresista diera este golpetazo, este asalto, a las carteras de los ciudadanos. Con su «Plan de Ajuste» deja desconcertados a los obreros, las familias humildes, los parados, los pensionistas, los funcionarios, los estudiantes y, en definitiva, a la mayoría de los españoles que sufren la agresión de un plan que les quita directamente dinero de sus bolsillos dificultando aún más sus vidas, mientras que por otro lado inyecta a los grandes bancos y poderosos del país sumas desorbitadas de dinero que coge también de nuestros bolsillos para salvarles el culo. ¿Por qué toma medidas derechosas un presidente de «izquierdas»? Es la hora de desengañarse:
El PSOE (Partido Socialista Obrero Español), se autodenomina de izquierdas, y no sólo eso, sino que además ¡se llama socialista y de obreros! Bien, al margen de las creencias que la ciudadanía puede tener con respecto al PSOE, el PSOE no es un partido socialista ni de obreros, es un partido (y así viene recogido en sus estatutos) que aboga por la SOCIAL-DEMOCRACIA. Esto quiere decir que aboga por un sistema de economía capitalista en el que tienen que ser los bancos privados los que manejen la economía de un país. Tienen que ser manos privadas las que controlen y elijan a quién le toca ser más pobre ahora y más pobre después, tal y como defienden partidos neoliberales como el PP en nuestro país o los republicanos en EEUU. La social-democracia defiende el sistema capitalista a ultranza, con un único «matiz social» tras el que se camufla para conseguir el voto de los pobres trabajadores. Ese matiz consiste en usar los fondos públicos para impulsar algunas leyes sociales y algunas reformillas en los organismos públicos, y con eso ya nos engañan a todos. Pero claro, ¿CUÁL ES EL GRAN PROBLEMA?, el problema es que en un sistema capitalista los beneficios de la producción van a parar a manos privadas: el gas va a Repsol, la energía eléctrica va a Sevillana Endesa, la telefonía a Telefónica, los intereses de los préstamos van a los dueños de los bancos privados, y un larguísimo etc. Con el beneficio de la producción del país yendo a parar a manos privadas, y el Estado usando nuestros impuestos para las leyes sociales, el resultando es fácil: del Estado sale dinero para todas esas reformas y esas leyes sociales pero no entra ningún beneficio más que nuestros impuestos. Con esta situación sólo puede ocurrir que las arcas se queden vacías, y para subsanar esa situación el Estado se ve obligado a pedir préstamos a organismos internacionales creando deudas estatales o a diseñar planes de ajustes como el actual haciendo que la situación se haga cada vez más insostenible. Esto lo estamos viendo hoy mismo y vemos como la social-democracia puede funcionar tan sólo a corto plazo. Con Felipe González pasó, aunque el derrumbe fue más tardío que con Zapatero puesto que a este último ha sido la crisis mundial un factor de aceleración.
Ahora estamos condenados a que el PP vuelva a gobernar, porque la gente aún piensa que cambiando de partido todo cambiará, y cuando vean de nuevo gestiones anti populares se le dará otra oportunidad a la social-democracia, pero ya sabemos que esto será un circulo vicioso en el que siempre perdemos los mismos.
Los planes de ajuste son necesarios, puesto que la social-democracia no puede sostenerse, no podemos culpar a Zapatero de nada, debemos culparnos a nosotros por dejarnos engañar por estos partidos que se llaman «democráticos» cuando la democracia que nos venden consiste en que cada cuatro años echamos en las urnas nuestro consentimiento para ser oprimidos por el sistema, los gobiernos, los bancos y ser ultrajados por el egoísmo de las empresas.
No importará nunca quién gobierne, ningún partido cambiará la patética situación PERMANENTE que sufrimos. La solución es cambiar el sistema capitalista por un sistema de economía socialista REAL. Y ese cambio sólo vendrá a partir de la unión de la clase trabadora abogando por ese cambio mediante la insumisión e insurrección al sistema.
Así nos cobran por cantarnos la internacional: 20.000