La militarización de la economía

Lenin analizaba en su obra “Imperialismo, fase superior del capitalismo” (1916) la nueva etapa en la que entra el capitalismo, el imperialismo. Sus rasgos característicos son la concentración de la producción y el capital, que da origen a monopolios, la fusión del capital bancario e industrial, creando una oligarquía financiera, la importancia creciente de la exportación de capital y la formación de asociaciones internacionales de monopolios que se reparten el mundo y que, una vez repartido entre las grandes potencias capitalistas, no tienen otra salida que la guerra de rapiña hacia un nuevo reparto del mundo.

En el caso del estado español podemos observar la decadencia del capitalismo por la militarización de la economía, rasgo común de todas las economías capitalistas que han entrado en esta fase. Trump, el gorila rubio, amenaza con dejar fuera de la defensa conjunta al estado español si no alcanza un 5% del PIB en armamento para los próximos cinco años y su palabra es ley por mucho que se disfrace con discursos de disidencia controlada. Esto implica que la producción, el dinero público, la investigación científica, la sanidad, la educación y las pensiones, en fin, todo el sector público se subordinará a las necesidades de la guerra en un futuro próximo. Se habla de recortar un 40% las pensiones para alcanzar el objetivo que le marcan y la adaptación de la economía para sostener el esfuerzo militar a costa de reducir la esperanza de vida de la clase obrera.

Para la burguesía, la militarización de la economía mata dos pájaros de un tiro. El objetivo, aparte de repartirse el botín de la rapiña, es reducir el número de obreros y su esperanza de vida, debido, aparte de la guerra, al desarrollo tecnológico y la automatización que eleva exponencialmente el ejército industrial de reserva hacia el genocidio de amplios excedentes de población que no podrán introducirse jamás en el circuito productivo.

El imperialismo, que muestra a las claras la faz asesina, fascista y perversa de la burguesía, es para Lenin la fase final del capitalismo, marcada por la dominación de los monopolios y el capital financiero, que prepara las condiciones para su crisis total y para la revolución socialista. En este momento el imperialismo convive con una economía planificada y centralizada para evitar lo inevitable, las crisis cíclicas de sobreproducción. El síntoma más evidente es que la economía capitalista actual sólo puede crecer por la creación de servicios y gestión y no le queda otra que destruir para apropiarse de nuevos mercados y reconstruir. En su discurrir ha cumplido con todas sus misiones históricas, revolucionar los medios de producción que, unido a la planificación y centralización del proceso productivo, corresponden a unas relaciones de producción superiores, las socialistas.

Una vez cumplido estos objetivos, la burguesía ha pasado a ser una clase totalmente parasitaria y que sólo puede ofrecer muerte y exterminio a la humanidad internacional, esto es la clase obrera, y también es la antesala de la revolución socialista. La burguesía sólo puede ofrecer ya guerra, miseria y destrucción. Es más que nunca esencial derrocarla y se le ha de combatir en varios frentes, convirtiendo las guerras imperialistas de rapiña en guerras civiles revolucionarias y, también, derrocándola en tiempos de paz mediante su herramienta de choque y vanguardia obrera, el partido comunista.

El PCOE, fiel a la ciencia del marxismo-leninismo, denuncia que la inmovilidad de la clase obrera sólo le traerá el expolio y la guerra y por eso le llama a construir la revolución organizándose en nuestro partido. El socialismo es históricamente inevitable por las características que toma el modelo de producción, pero no nos caerá del cielo, tendremos que conquistarlo. Para ello debemos derrocar a la burguesía en su fase actual, imperialista, asesina y abiertamente fascista, hacia un modelo productivo que garantice la paz mundial y la apropiación social del trabajo social. En esta tesitura nos vemos y la militarización de la economía es un síntoma terminal de la decadencia e inutilidad de la clase explotadora. Por eso te llamamos a unirte a nuestras filas y combatir a la guerra imperialista, la miseria y la explotación.

 

¡Obrero, estudiante, campesino, únete al PCOE!

¡Por la destrucción del imperialismo!

¡Socialismo o barbarie!

 

COMISIÓN DE AGITACIÓN Y PROPAGANDA DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)

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