Los capitalistas buscan reeditar unos Pactos de la Moncloa. La clase obrera debe romper el capitalismo y su Estado

Pactos
 
En el día de ayer, 4 de marzo, Pedro Sánchez anunció que en la próxima semana llevará al Congreso de los Diputados la propuesta de ampliar, por dos semanas más, el estado de alarma, hasta el 26 de abril, propuesta que saldrá adelante pues ya el PP ha anunciado que votará favorablemente. Asimismo, Pedro Sánchez ha advertido que en la prórroga del estado de alarma, a partir del día 13 de abril, tanto la industria como la construcción volverán en pleno al trabajo, aunque hay que advertir que, actualmente, el 35% de los trabajadores siguen desplazándose para acudir a su trabajo.

También el Presidente del Gobierno ha señalado que preparará más prórrogas del estado de alarma y, por tanto, se prolongará mucho más allá del 26 de abril. Reiterando en varias ocasiones que “el futuro será diferente a ayer, y todavía más diferente a anteayer” y hablando de un periodo de estado de alarma extenso, “de transición” hacia una “nueva normalidad y hacia la reconstrucción de nuestra economía”, señalando también que el Estado empleará la tecnología para controlar a los infectados.

Pedro Sánchez, en un discurso preñado de interclasismo, no dudó en lanzar alabanzas a los empresarios, apelando a la unidad en términos interclasistas, o lo que es lo mismo, planteando que los obreros deben seguir sometiéndose a los intereses y la voluntad de la burguesía y del capitalismo monopolista de Estado, que deben seguir pasando vicisitudes, miseria y muerte para que los empresarios sigan manteniendo sus privilegios y sigan viviendo a cuerpo de rey. En este sentido, no dudo en apelar al recuerdo y a la necesidad de reeditar los Pactos de la Moncloa de 1977, un pacto entre fascistas y oportunistas para avalar la pervivencia del capitalismo monopolista y su Estado fascista que garantice a la burguesía su dominio y, también, el sometimiento de la clase obrera y demás clases populares. También apeló a la Unión Europea en su discurso, señalando que el problema del coronavirus no es un problema exclusivamente nacional sino europeo y que la UE debe responder unida a la crisis, advirtiendo Sánchez que él es un hombre pragmático, indicando que España no va a renunciar a los eurobonos a la par que anunciaba que en el seno de la UE están negociando otras medidas.

Tras el mensaje del Presidente del Gobierno, como máximo representante del Gobierno conformado hoy en España, un gobierno de alianza entre reaccionarios y oportunistas, se deduce que tras las bambalinas hay una intensa actividad del gran Capital con su superestructura – sus organizaciones políticas (desde las abiertamente fascistas, a las reaccionarias y oportunistas) y los sindicatos a su servicio (CCOO y UGT) – al objeto de garantizar su dominio, su dictadura, ante la situación de bancarrota que está viviendo su régimen. Y es que mientras el pueblo está confinado y limitado en sus libertades, mientras el pueblo tiene negados parte de sus derechos democráticos – como el derecho a manifestación -, los capitalistas están desempeñando una actividad frenética en la guerra que están librando contra el pueblo para sostener este régimen – que no se sostiene por ningún lado – que garantiza sus privilegios a costa de la vida de los trabajadores.

El Presidente del Gobierno ayer ya reflejó el resultado de dicha actividad, y por donde va a ir la vida nueva que debe ir abriéndose paso tras el prolongado estado de alarma. El Presidente del Gobierno repitió varias veces que la vida no será la misma que antes del COVID-19. Hemos de recordar que volver a lo mismo sería volver a la crisis, a la bancarrota del capitalismo monopolista y su Estado. Antes del COVID-19, el Estado tenía una deuda pública superior a 1,207 billones de euros, un país donde economistas burgueses, como Gay de Liébana – no sospechoso de ser bolchevique – señalaba hace un par de años que “la deuda española es impagable, el país está en bancarrota”, cuando el coronavirus COVID-19, en todo caso, nada más podía existir en la mente de algunos científicos. Volver a lo mismo, a lo que había antes del estado de alarma, es una tasa de temporalidad y precariedad laboral elevadísima, en definitiva, es volver a un sistema económico en bancarrota donde la empresa capitalista únicamente generaba 13,5 millones de empleos de 39.322.000 personas en edad de trabajar, es decir, los capitalistas únicamente eran capaces de garantizar el derecho al trabajo al 34,33% de los españoles en edad de trabajar, siendo generosos, porque el trabajo generado es explotación descarnada, es precariedad absoluta. Un trabajo tan precario que, en un par de semanas, ha dado buena cuenta de qué tipo de trabajo estábamos hablando. Volver a lo mismo que había antes del estado de alarma eran los recortes sociales, el desmantelamiento de los servicios públicos, de la sanidad, de la educación pública, donde lo ancianos vivían en condiciones lamentables en las residencias gracias a la privatización de éstas, donde las listas de espera quirúrgicas son quilométricas mientras que los bancos y los empresarios reciben dineros públicos a manos llenas que le es robado al pueblo por el Gobierno de turno, en definitiva, donde la clase trabajadora y los campesinos no tienen más futuro que la muerte y la miseria.

Pues bien, según Pedro Sánchez, a esa España ya no vamos a volver. ¿Y a qué España quieren conducir a la clase obrera el Gobierno de coalición del PSOE y PODEMOS-IU/PCE dirigidos por los grandes capitalistas? Pues las acciones desarrolladas por el estado de alarma y las intervenciones del Presidente del Gobierno están siendo muy clarificadoras del camino por el que pretenden conducirnos.

Por un lado, con el estado de alarma el Gobierno pretende blanquear al Estado fascista y fortalecerlo. De tal modo, se lanza una campaña de blanqueo del Ejército y de las fuerzas represivas del Estado – quienes controlan totalmente la calle – en las que, vergonzosamente, participa sin pudor ni vergüenza el PCE. Algo que no nos sorprende, pues ese partido ya hace muchas décadas que se posicionó junto con la burguesía y su Estado fascista y dejó en la estacada a la clase obrera y a los luchadores antifascistas del Estado español. También se está tratando de blanquear a la Corona, a la par que se oculta la enorme corrupción que asola a la jefatura del Estado, tapándose todo tipo de investigación de la misma la cual se está destapando por acciones judiciales en Gran Bretaña y Suiza. Así, pues, blanqueo del Estado fascista, ocultación de la corrupción que asola al Estado y hacer una campaña ideológica y propagandística al objeto de que el pueblo asuma como propios la simbología fascista del Estado: Fuerzas de represión y Ejército, Corona y Unidad de España.

Por otro lado, en términos económicos el estado de alarma ya ha mostrado el sesgo clasista de las medidas económicas adoptadas a favor de la burguesía y del camino que han emprendido. Donde el 95% del dinero público va destinado a favorecer a los empresarios y los usureros que negocian con el derecho a la vivienda del pueblo trabajador. Además, según Sánchez, ahora la salida es reeditar la traición perpetrada contra el pueblo trabajador, es buscar unos nuevos Pactos de la Moncloa, los cuales han llevado a los trabajadores a la indigencia moral y material en la que nos encontramos y han verificado la inviabilidad del capitalismo monopolista de Estado en España. Asimismo, en el terreno económico, Sánchez promete sumisión total a la Unión Europea. Promete a los monopolios europeos, fundamentalmente a la banca alemana, que no dudará en sacrificar al pueblo español en aras de los beneficios e intereses económicos de dicha banca y dichos monopolios europeos. Por ello, aunque el Gobierno de España desea que la Unión Europea, a través de los eurobonos, contribuya a sostener el enorme endeudamiento del Estado, Sánchez, apelando a su condición de pragmático en este asunto, le dice a Alemania que, finalmente, tragará con la propuesta de los imperialistas europeos de que España, a través del Fondo de Rescate de la Eurozona (MEDE), pueda acceder a un rescate abriéndose una línea de crédito de hasta 35.000 millones de euros, siempre y cuando el Estado español siga siendo una marioneta de la UE, y su política económica esté dirigida por los monopolios europeos, por la banca alemana, mediante la firma de un Memorando de Entendimiento, esto es, convertir a España en una nueva Grecia, perder completamente la soberanía. Algo que tampoco nos sorprende, puesto que para PODEMOS no sería difícil reeditar lo que hizo su homóloga griega Syriza hace unos años: vender al pueblo trabajador griego e hincarse de rodillas ante los monopolios europeos, ante Alemania.

Nuevamente los oportunistas y los fascistas quieren reeditar su pacto de traición contra el pueblo español al objeto de salvar al corrupto Estado emanado por dichos pactos, nuevamente quieren sostener al régimen franquista – sostener la obra del tirano sin él – para que los monopolios traten de recomponer su criminal sistema a cambio de negar una ruptura del Pueblo con el capitalismo putrefacto que estamos padeciendo y la superestructura que ha generado, que niega los derechos democráticos de la clase trabajadora y de las naciones oprimidas que componen el Estado y nos condena a la pobreza y a la explotación.

El Estado está mostrando su auténtico rostro fascista en este estado de alarma. Según organizaciones sociales como SOS Racismo y Es Racismo, las paradas policiales a personas por motivos étnicos-raciales en los barrios obreros de las ciudades de Barcelona, Madrid o Bilbao se han incrementado; también está mostrando su rostro fascista no poniendo en libertad a los presos políticos, cuya vida está en serio riesgo en las cárceles como consecuencia del coronavirus. También se están controlando los teléfonos móviles del pueblo so pretexto de controlar los movimientos de los afectados por coronavirus mostrándonos el Estado un nuevo camino abierto para la represión del pueblo, como es el de controlar a la población a través de la telefonía móvil, siendo otra razón para que el pueblo rompa con el capitalismo y este Estado reaccionario pues, de lo contrario, todo avance de la tecnología, lejos de beneficiar al pueblo lo que hará es apretar todavía más la cuerda de la represión a su cuello, como acredita esta medida adoptada por el Gobierno.

El Partido Comunista Obrero Español se opone de plano a la salida que la burguesía monopolista, verbalizada por su Gobierno títere, pretende dar a la encrucijada a la que su moribundo sistema económico y social nos ha llevado. El capitalismo monopolista de Estado en España y en el mundo estaba en crisis, en auténtica bancarrota, antes de que saltara a la palestra mundial la pandemia del coronavirus COVID-19. El Gobierno de PSOE y PODEMOS-IU/PCE plantea al pueblo español una nueva traición, igual que en 1977, para salvaguardar los intereses del gran Capital, de los monopolios y de las agrupaciones imperialistas – como es la Unión Europea – y por ello la salida que ofrece a la clase obrera, a los campesinos arruinados por la Política Agraria de la Unión Europea, no es otra cosa que más represión, más pobreza, más sometimiento del pueblo a los intereses miserables de un puñado de capitalistas, más muerte.

La clase obrera, las clases laboriosas y populares, los campesinos maltratados por el capitalismo, no tenemos otra salida que unirnos y organizarnos para atacar la raíz de todos nuestros males, el capitalismo.

Mientras nuestro pueblo está poniendo los enfermos y los muertos, mientras nuestro pueblo sufre recortes de libertades, el Gobierno de los capitalistas – la coalición de reaccionarios y oportunistas del PSOE y PODEMOS-IU/PCE – está haciendo todo tipo de componenda y tejemaneje a espaldas del pueblo al objeto de sostener este moribundo sistema que niega al pueblo el progreso social y la vida para satisfacer los intereses de una minoría ladrona, corrupta y explotadora.

Todas las cartas están encima de la mesa. El capitalismo únicamente puede ofrecer muerte, miseria y guerra, como estamos viendo. El Gobierno ya ha mostrado el camino de la gran burguesía, una nueva alianza de fascistas y oportunistas – entre los que hay que contar a los traidores sindicatos CCOO y UGT – para salvaguardar este descompuesto y caduco régimen y garantizar el sometimiento y sacrificio de nuestro pueblo ante el altar del imperialismo germano-estadounidense.

Los monopolios, los explotadores, el gran Capital, ya han verbalizado su oferta por boca del renegado presidente de Gobierno que tiene hoy el Estado español. Es momento de que la clase obrera y las clases populares derroquen en la calle la voluntad criminal de una nueva traición contra el pueblo. La clase obrera, los campesinos, las clases populares no tenemos otra salida que unirnos y organizarnos en un Frente Único del Pueblo que una nuestras luchas y las convierta en una única lucha de clases contra el capitalismo y su Estado.

El Estado y su gobierno no van a resolver nuestros problemas, los va a agudizar más. Es una necesidad vital hoy para el pueblo español y los pueblos del mundo romper la cadena imperialista, romper con el capitalismo que nos ha instalado en el fascismo, que nos niega el presente y el futuro, que nos condena a la muerte y a la guerra imperialista. El capitalismo está muerto, supone un freno para el desarrollo de la humanidad porque la propiedad privada sobre los medios de producción frena el desarrollo de las fuerzas productivas, destruyendo no sólo al ser humano sino también destruyendo el ecosistema, la naturaleza, constituyendo el mayor riesgo para el mantenimiento de vida en el Planeta.

El momento es de lucha, de construir un poder popular de los trabajadores y campesinos alternativo al Estado que sea capaz de abrir la única alternativa que el pueblo español tiene hoy: acabar con el capitalismo y construir el socialismo; acabar con los privilegios de una minoría criminal y explotadora y poner a disposición de los trabajadores y de los campesinos todos los medios de producción, esto es, socializando la banca, socializando la tierra llevando a cabo una reforma agraria que modernice y desarrolle la producción agrícola socialista y, cómo no, poniendo en manos del pueblo trabajador todas las empresas al objeto de que éste no sólo desarrolle la producción industrial sino que el fruto de dicha producción, que le corresponde, sea distribuido de forma justa y equitativa entre el pueblo que genera toda la riqueza al objeto de satisfacer los intereses y las necesidades del pueblo y no de satisfacer los intereses crematísticos de una minoría explotadora y corrupta.

 

¡ABAJO EL ESTADO FASCISTA, ABAJO EL GOBIERNO TRAIDOR AL PUEBLO!
¡POR EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!
¡TODO EL PODER PARA LOS TRABAJADORES Y LOS CAMPESINOS!
¡SOCIALISMO O BARBARIE!

Madrid, 5 de abril de 2020

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)

Deja una respuesta

Your email address will not be published. Required fields are marked *