Despidos en cruceros de Sevilla. El “poder” del SMI de 900 Euros
La empresa ‘Cruceros Torre del Oro’, que explota los paseos turísticos en barco por el río Guadalquivir, ha despedido recientemente a varios trabajadores. Sin previa notificación, los trabajadores recibieron una carta por sorpresa donde los burgueses reconocían los despidos como improcedentes exponiendo que sus servicios ya no eran necesarios.
Los trabajadores despedidos, con un salario de 750 euros/mes explican que los dueños de la empresa les espetaron, para justificar los despidos, que no podían afrontar un salario mínimo interprofesional de 900 euros. Sin embargo, los burgueses han destinado casi tres millones de euros a la compra del Pabellón Cruzcampo en La Cartuja.
Evidentemente cualquiera podrá inmediatamente sacar la conclusión de que, si los burgueses tienen tres millones de euros para comprar un pabellón de la cartuja, el argumento de no poder afrontar la subida de 750 a 900 euros/mes, además de miserable, es solo una excusa para despedir a los trabajadores.
Debemos preguntarnos primero ¿Por qué la mayor parte de la riqueza que genera la propia clase obrera debe siempre ir a parar a las manos de la minoría explotadora? ¿Qué ocurriría si toda la riqueza que genera la clase obrera fuera para ella misma y para su desarrollo social, cultural, económico, tecnológico, etc.?
Sobre la primera cuestión, en primer lugar, la mayor parte de la riqueza que genera la clase obrera va a parar a manos de la minoría explotadora porque los medios de producción son privados; es precisamente esta minoría la que detenta el poder sobre los medios de producción. Por otra parte, ni las derechas ni las izquierdas reformistas jamás van a luchar contra la propiedad privada de los medios de producción, o dicho de otra manera, nunca se van a enfrentar al poder de la clase explotadora para entregarlo a la clase obrera.
Sobre la segunda cuestión, si los medios de producción fueran realmente públicos, por un lado supondría acabar con la esclavitud del trabajo asalariado donde la minoría explotadora es la que realmente se enriquece; por otro, a través de los medios de producción públicos toda la riqueza generada por la clase obrera estaría a su disposición y para su propio desarrollo y bienestar real. Y es en este modo de producción socialista, bajo la dictadura democrática revolucionaria de la clase obrera, donde realmente el crecimiento social, tecnológico, cultural, etc. tendría un desarrollo exponencial casi inimaginable hoy en día.
Como podemos ver, ningún SMI, sea esté de 750 o de 900, ni aunque fuera de 1000 euros, podrá evitar que la clase explotadora continúe precarizando y esclavizando a la clase obrera mientras está no derribe la propiedad privada de los medios de producción, porque bajo la dictadura de la burguesía, toda ley y sobre todas las cosas siempre protegerá la libertad de los hombres y mujeres de clase capitalista.
Las crisis del capitalismo, cada una de ellas mucho más agresiva que su anterior, demuestran que no sólo la clase obrera está cada vez más empobrecida, sino que con cada crisis, la clase capitalista aumenta su riqueza y capital.
Todos los miserables apaños que ofrecen tanto las izquierdas reformistas como las derechas, no sólo sirven para intentar seguir embaucando a la clase obrera mientras esta sigue siendo precarizada y esclavizada, sino también para mantener la libertad de la clase capitalista y la propiedad privada de los medios de producción.
Frente al Capital y su Fascismo
Construyamos el Frente Único del Pueblo
Rumbo al Socialismo
Célula Clara Zetkin del Partido Comunista Obrero Español en Sevilla