El PCOE en apoyo a los trabajadores de Vesuvius

Vesuvius
 
La multinacional británica Vesuvius registró el pasado 12 de septiembre un ERE que afectaría a sus dos plantas situadas en Asturias con la finalidad de concentrar la producción de refractados en otras factorías europeas. Este hecho afecta a un total de 128 trabajadores (111 pertenecientes a la planta de Langreo y 17 de la planta de Miranda de Ebro) que se encuentran en constante lucha y movilización, haciendo todo lo posible por mantener sus puestos de trabajo.

Esta situación no es nueva, ya en 2009 la compañía trató de parar la actividad de las plantas asturianas basando su decisión en la crisis del acero, sin embargo, dicha justificación carecía de sentido, ya que en los últimos años los beneficios habían sido elevados. La verdadera razón para llevar a cabo el cese de actividad de las plantas era el ahorro que suponía trasladar la actividad a Europa del Este, provocando una deslocalización y un despido de toda la plantilla.


En la actualidad, las amenazas de cierre por parte de la multinacional aparecen de nuevo y como consecuencia, los trabajadores se han vuelto a movilizar estos últimos meses en defensa de sus puestos de trabajo, consiguiendo que la fecha de ejecución del ERE se aplace del 12 de septiembre al 18 de octubre. Sin embargo, pese a estos avances, la situación sigue siendo crítica para los 128 trabajadores afectados, teniendo que verse obligados a realizar tres de ellos un encierro en la catedral de Oviedo declarándose en huelga de hambre indefinida el 14 de octubre, poniendo en peligro sus propias vidas ante la falta de alternativas dignas para el futuro, debido a que el ERE tarde o temprano se llevará a cabo.

Un día después, 15 de octubre, los trabajadores del Vesuvius han aceptado la última propuesta para el cese de la actividad industrial de la empresa, llegando a un acuerdo para que los despidos previstos en el ERE se efectúen el día 31 de octubre y que las condiciones del despido se mejoren, así, 19 trabajadores continuarán en la empresa con la actividad comercial, los mayores de 58 años se prejubilarán y el resto se irán al paro con una indemnización muy mejorada cercana a la recibida por un despido improcedente, además, incorpora un compromiso de puesta en marcha de un plan de industrialización mediante una mesa técnica compuesta por el Principado, la empresa, los sindicatos, y el Ministerio que permitiría a los despedidos volver a trabajar en un plazo de tiempo razonable. Los trabajadores han expresado que no es una opción satisfactoria, pero que habiendo exprimido todas las herramientas legales disponibles, es la mejor opción para sus intereses a día de hoy. Como resultado, la huelga de hambre se ha cancelado la noche de ese mismo día, no obstante, la lucha continua y el encierro de los tres obreros en la catedral seguirá vigente hasta que esa mesa no quede conformada y se pongan en marcha las primeras reuniones sobre industrialización, además exigen que todas las manifestaciones de apoyo a la industria y los trabajadores que se pusieron de manifiesto por parte de la propia empresa y las administraciones durante el último mes se concreten y se materialicen.

Este caso es un claro ejemplo de que los partidos burgueses y sindicatos como CCOO, esclavos del capital, no son capaces de solucionar los problemas de la clase trabajadora, siendo los mismos trabajadores los que tienen que llegar a arriesgar hasta su propia vida con el fin de mejorar sus condiciones actuales. También se observa como la legalidad vigente no protege en absoluto a los intereses de la clase obrera, ya que la solución conseguida agotando la vía legislativa no da ningún tipo de seguridad a los trabajadores sobre sus futuras condiciones de vida, mostrando una gran incertidumbre en los acuerdos alcanzados.

La familia real y el arzobispo por su parte, ante la celebración de los premios princesa de Asturias, ven en este caso una oportunidad para hacer un pequeño blanqueo de su imagen, apoyando simbólicamente a la reivindicación utilizando los trabajadores para su uso y disfrute personal sin ayudar verdaderamente a mejorar las precarias condiciones que viven los trabajadores, lo que representa una grave falta de respeto hacia toda la clase trabajadora.

Desde el PCOE llamamos a solidarizarse, apoyar y participar en las movilizaciones de los 128 trabajadores afectados, que representan una lucha por la dignidad de la clase trabajadora asturiana mientras se observa como toda la industria asturiana está siendo destruida víctima de la deslocalización sin que los partidos pertenecientes al sistema burgués hagan nada por evitarlo, aplastando a un gran número de familias obreras y destruyendo el futuro de toda una comunidad autónoma.

¡Por unas condiciones dignas para la clase trabajadora!
¡No al cierre de Vesuvius!
¡Viva la lucha de la clase obrera!
¡Por un futuro digno para los jóvenes asturianos!

PCOE en Asturias

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