La lentitud estatal es el beneficio de los monopolios

La gestión de la Dana ha mostrado un estado completamente inoperativo que no puede achacarse sólo a la inutilidad de quienes lo componen, que también, sino que es una maniobra para dar cabida al sector privado en la reconstrucción, limpieza y normalización de las zonas afectadas. Para eso el estado tiene que mostrarse incapaz y es exactamente lo que está pasando para que el sector privado, que pone y quita a los políticos, se presente como el salvador necesario. Uno de los síntomas que describen el fenómeno fue el de utilizar a los voluntarios para limpiar empresas privadas a los que éstos se negaron y denunciaron por redes sociales.

En marcado contraste con el lento ritmo con el que parecen estar desplegándose los medios de rescate, lo que se empieza a conocer sobre la gestión política de la Dana y las ayudas necesarias para restablecer la normalidad en aspectos tan básicos como el restablecimiento del servicio de agua potable, de internet o de la energía eléctrica, el sector privado se postula como solución inmediata. Esto implica que el gran desastre que se ha producido sobre la población de Valencia, sea una oportunidad de negocio para la camarilla burguesa y sus holdings empresariales en busca de dinero público. Para eso, el estado y sus estamentos han de quedar en los huesos para extraer una amplia ganancia. Estas empresas entran en el juego mediante donaciones que les allanan el camino y los capitalistas acuden a la desgracia como aves de rapiña. Veamos unos cuantos ejemplos:

  1. Caixabank ha abierto una línea de crédito extraordinaria de 2500 millones a interés para la reparación de los daños ocasionados por la Dana, bajo la garantía de la Generalitat Valenciana que actúa como avaladora, y con quien ya tenía suscritos convenios a través de Microbank.
  2. Antonio Brufau, dueño de Repsol, ha trufado las tareas de reconstrucción de personal especializado de emergencias sanitarias y proporciona combustible, presuntamente gratuito, a las fuerzas de seguridad y emergencias, que luego facturará a la empresa pública Tragsa.
  3. Amancio Ortega, dueño de Inditex, ha donado cuatro millones de euros a Cruz Roja y Cáritas, con la vista puesta a adjudicar a su holding inmobiliario, Pontegadea Inversiones, todo el parque de vivienda pública que deberá construirse.
  4. Florentino Pérez entra por dos vías de empresas propias, Clece y ACS. Para ello ha donado un millón de euros a través de la Fundación Real Madrid y Cruz Roja, en busca de que ACS sea la empresa adjudicataria de la reconstrucción y Clece quién ponga la mano de obra.

Esto son sólo algunos ejemplos de los miles que se nos escapan, que nos dan una idea de la reconstrucción que ellos ambicionan y que el vacío de poder ha hecho posible. Tras varios días de vacío, cuando todavía no se han localizado a centenares de desaparecidos, diversas empresas vinculadas al sector financiero y de servicios, como la compañía Clece, de Florentino Pérez, ya publicaban ofertas de trabajo para las tareas de reconstrucción y limpieza, sin que todavía conste licitación alguna para esas tareas.

Nada de esto ocurre por casualidad. En 2006, cuando el Huracán Katrina arrasó Nueva Orleans, Arne Duncan, secretario de educación de Estados Unidos dijo: “Permítanme ser sincero. Creo que lo mejor que le ha pasado a Nueva Orleans ha sido el Huracán Katrina”.  En este caso la afirmación es plenamente vigente para nuestros capitalistas y se cumple la coincidencia porque es su naturaleza intrínseca. En busca del lucro infinito no pueden actuar de otra forma que como sanguijuelas, en un estado que previamente han dejado en los huesos descapitalizándolo. La lentitud estatal es otra de sus artimañas para erigirse como necesarios en la reconstrucción y en cualquiera de los estratos de la vida pública. Para demostrarlo solamente hay que buscar la relación entre los donantes privados en los primeros días de la catástrofe con los futuros contratistas. La relación es plena. Desde el lado contrario, algunos camaradas del partido ya se han desplazado a la zona para participar en las tareas de normalización.

El capitalismo de estado, propio de la fase monopolista, sólo puede garantizar a la clase obrera muerte y guerra como vemos claramente en este caso.  Desde el PCOE, tenemos claro que ninguna reforma puede humanizar al capitalismo y que hay que abogar por su completa destrucción. Por ello nos organizamos bajo sus siglas y organizamos la resistencia. El partido se establece así como vanguardia de la clase obrera y le dota de dirección y línea política hacia su plena emancipación del capital. Por eso, te llamamos a engrosar sus filas.

¡Por la supervivencia de la clase obrera!

¡Por la destrucción del capitalismo!

¡Estudiante y obrero, únete al PCOE!

COMISIÓN DE AGITACIÓN Y PROPAGANDA DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)

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