Aún no ha transcurrido un mes de la proclamación del Presidente autonómico y ya se confirman nuestras predicciones sobre la táctica que iba emplear el nuevo gobierno ultraderechista, y que consiste en llevar a cabo una auditoría que le permita retractarse de sus promesas electorales y, de esta manera, poner en práctica su verdadero programa antipopular.

Haciendo gala de grosera marrullería, y con el mayor de los desprecios hacia los andaluces, antes de que vean la luz los resultados de la auditoría, satisfará las reivindicaciones que más atañen a las clases privilegiadas, medias y altas, así como a la de los políticos de su calaña, como lo demuestra la supresión del Impuesto de Sucesiones sustentada en el señuelo de que también cubre a pequeños sectores de las capas más pobres, a la misma vez que incrementa el salario de los asesores de Marta Bosquet, presidenta del Parlamento andaluz; sin el pudor de tener en consideración los importes de ambas medidas y de que el pastel se va a repartir con grandes ventajas para los capitalistas.

Resulta insultante que uno de los argumentos esgrimidos con más énfasis para justificar tales medidas discriminatorias, sea que miles de andaluces se censan en Madrid para pagar menos. Mayor cinismo e hipocresía jamás imposible de concebir. Si realmente a este gobierno le preocupa la fuga de andaluces hacia Madrid, ¿por qué permite en su programa que las riquezas autóctonas continúen siendo explotadas por capitalistas y especialmente por capitalistas foráneos? ¿por qué no adopta las medidas estructurales necesarias para que los jóvenes andaluces, que han tenido que emigrar al extranjero por causas de las políticas cicateras de los dos partidos que han gobernado en el estado, vuelvan a sus casas?

Ni la juventud, ni los mayores le preocupan a la derecha española, que intenta entronizarse en las comunidades más potentes, no para hacer un país soberano, porque le importa un bledo la situación económica y política de Andalucía. Todo su afán es llegar a la poltrona y recuperar los terrenos perdidos y desde ahí, sentar las bases para profundizar en su propaganda fascista, por un lado anti-catalanista, empujando al pueblo andaluz a la enemistad con el pueblo hermano de Cataluña, y por otro lado, ir infundiendo sus ideas reaccionarias, hasta llegar a convertirnos en cómplices de las fechorías del imperialismo español, como lo demuestra que Ciudadanos pida que el Parlamento andaluz inste al Gobierno de Sánchez a reconocer al golpista Guaidó como presidente de Venezuela.

En estos momentos en que debido a la tensión interimperialista, Venezuela se halla en el punto de mira de la voracidad norteamericana, presta para invadirla militarmente, el gobierno andaluz juega a la guerra, e intenta que nuestro pueblo acribillado por las políticas económicas de los gobiernos central y autonómico, desvíe su atención y sea utilizado como punta de lanza de las intenciones bélicas imperialistas.

El Comité Regional de Andalucía del Partido Comunista Obrero Español, llama a las clases trabajadoras, al pueblo en general, para que respondan resueltamente contra los gobiernos central y autonómico, para que cesen en su intención de utilizarnos con fines criminales contra pueblos hermanos que han elegido la forma de vida que ellos desean y que tienen derecho a disfrutar.

¡NO AL GOBIERNO REACCIONARIO DEL TRÍO FASCISTA PP, Cs Y VOX!

¡NO A LAS POLÍTICAS PRO IMPERIALISTAS Y BÉLICAS DE LOS GOBIERNOS ESPAÑOL Y ANDALUZ!

¡POR EL PROGRESO SOCIAL, LA PAZ Y EL SOCIALISMO!

¡SOLIDARIDAD E INTERNACIONALISMO CON LOS PUEBLOS HERMANOS DE VENEZUELA Y CATALUÑA!

Sevilla, 30 de enero de 2019

COMITÉ REGIONAL DE ANDALUCIA DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)