La operación Arcade: Engaños y complicidad del estado con la ludopatía

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Como ya hemos hablado en otras publicaciones, la burguesía tiene intereses detrás de mantener las casas de apuestas y salones de juego. Cumplen una doble función para ellos: continúan expoliando a los trabajadores con el dinero que pierden en apostar, como si el adueñarse del fruto de su trabajo no fuese suficiente ataque al obrero, y cumplen una función de control social. Logran este control mediante la adicción al juego que fomentan estos negocios, teniendo en cuenta que además gran número de sus clientes son trabajadores en situaciones precarias o hijos de familias obreras. Con esto consiguen adormecer a los obreros, desviar su atención de los problemas que les causa el sistema capitalista y eliminar su combatividad, además de neutralizar a las generaciones más jóvenes desde sus inicios como trabajadores o incluso ya desde antes de que lleguen a edad de trabajar. De hecho, este problema en los jóvenes obreros es cada vez más sangrante, dado que el perfil más habitual del ludópata hoy en día es de jóvenes entre 18 y 25 años, y cada vez es mayor el número de casos de menores enganchados.

Ante esta situación y la inquietud creciente de la población ante un problema que cada vez cuesta más ocultar, el Estado burgués pone en marcha sus mecanismos para que los intereses de la burguesía tras estas empresas se mantengan intactos. La última medida aplicada ha sido montar un operativo, la operación Arcade, en el que enviaron a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a registrar casas de apuestas con el objetivo aparente de detener la captación de jóvenes en estas empresas. En primer lugar, solo se revisaron 1881 salones de juego, cifra que, aunque aparenta ser destacable, queda en ridículo en comparación con el número de estos locales en todo el país, así como la cantidad de máquinas de apuestas disponibles en los bares, cifras que aumentan de manera casi diaria. En segundo lugar, en esta operación solo se buscó que no hubiese menores en locales, pero no tiene en cuenta las máquinas de apuestas de los bares ni las apuestas online en menores. Además, el problema del juego afecta a toda la juventud obrera, siendo el perfil del jugador medio actual el de jóvenes de entre 18 y 22 años, a los cuales se les permite seguir atrapados en la ludopatía sin ninguna medida para no molestar al Estado.

Pero más allá de como instrumento para llevar a cabo este paripé, ¿dónde entran en juego los cuerpos de policía en todo esto como defensores del orden burgués? Pues en que a mayores de actuar en un número muy reducido de locales en un periodo controlado de dos días, los locales de apuestas son avisados con antelación desde contactos de la propia policía nacional, por lo que estas empresas tienen tiempo de sobra para echar a los menores de sus locales antes de que la policía haga las redadas, explicando que a pesar de que el número de menores y jóvenes ludópatas sea cada vez mayor en el país, solo encontrasen 28 menores entre más de 1800 locales revisados.

Las ridículas medidas que no atajan el problema tomadas por el gobierno del PSOE con apoyo de Unidas Podemos, como el limitar la presencia de publicidad de estos locales, y la nula intención del resto de partidos políticos de aplicar medidas contra los mismos, demuestran la actitud pasiva de los políticos burgueses ante las miserias de la clase trabajadora, pues sus medidas no incluyen en ningún caso eliminar las casas de apuestas de la legalidad, debido a haber demostrado que son un cáncer para esta sociedad que no aporta nada, sino medidas paliativas mínimas que den una impresión de actividad contra las casas de apuestas. Pretenden tomarnos el pelo.

Trabajadores, estudiantes, los políticos burgueses y sus guardianes, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, han demostrado que no tienen ningún interés en los problemas de los trabajadores, y que su única medida contra las casas de apuestas es poco más que un intento de engañarnos. Tan solo los trabajadores, uniendo nuestras fuerzas y luchando unidos podemos destruir las lacras que el capitalismo y sus gestores nos imponen. Avancemos hacia el Frente Único del Pueblo para combatir su pasividad ante el sistema criminal que nos oprime y envenena.

¡TRABAJADOR, ESTUDIANTE, ÚNETE AL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!
¡ERRADIQUEMOS LAS CASAS DE APUESTAS!
¡NO DEJEMOS QUE NOS VUELVAN A ROBAR!

Secretaría de Juventud del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español

 

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